Beirut/Tel Aviv, 30 de septiembre 2024 – En medio de la creciente tensión en Oriente Próximo, el ejército israelí ha intensificado este lunes su ofensiva en el Líbano con incursiones dirigidas contra objetivos de Hezbolá en la frontera sur y una serie de bombardeos aéreos que han alcanzado el corazón de Beirut y sus suburbios del sur. Los ataques han dejado un saldo trágico de 95 muertos y 172 heridos, según informaron las autoridades sanitarias libanesas.
Incursiones limitadas contra Hezbolá
En un comunicado emitido esta madrugada, el ejército israelí aseguró haber comenzado “incursiones limitadas, localizadas y dirigidas contra objetivos de Hezbolá” en la frontera sur del Líbano. Estas operaciones forman parte de lo que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha denominado “la próxima fase de la guerra contra Hezbolá”, que tiene como objetivo principal neutralizar las infraestructuras del grupo chií que opera en el sur del país.
Las incursiones se producen en un contexto de acumulación de tropas israelíes en la frontera norte y de bombardeos constantes sobre posiciones controladas por Hezbolá. Además, al menos 10 proyectiles han sido lanzados desde Líbano hacia territorio israelí, algunos de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles, mientras que otros cayeron en zonas despobladas.
Bombardeos en Beirut y Sidón
Paralelamente, la aviación israelí ha comenzado una serie de ataques aéreos en el centro de Beirut y en sus suburbios del sur, previamente desalojados por orden del ejército israelí. Este es el primer ataque de Israel contra la capital libanesa desde 2006. Los bombardeos han causado destrucción en áreas residenciales, mientras que las autoridades sanitarias confirmaron la muerte de al menos cuatro personas durante la madrugada.
Además, los suburbios del sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, han sido objeto de intensos bombardeos simultáneos, lo que ha obligado a miles de personas a evacuar sus hogares. Testigos presenciales reportaron columnas de humo elevándose desde los edificios alcanzados, mientras el ejército israelí urgía a los residentes a alejarse al menos un kilómetro de las áreas de combate.
Ataques en Sidón y Ain al-Hilweh
En otro frente, Israel ha lanzado ataques aéreos en la localidad de Sidón, en el sur del Líbano, alcanzando un edificio dentro del campo de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, el mayor de los campamentos en el país. Según fuentes palestinas, el objetivo del ataque era Mounir Maqdah, un comandante de la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa, brazo armado del movimiento palestino Fatah. Hasta el momento, se desconoce si Maqdah ha sobrevivido al ataque.
Este es el primer ataque israelí contra Ain al-Hilweh desde que comenzaron las hostilidades. El campo, que alberga a decenas de miles de refugiados palestinos, ha sido escenario de tensiones en el pasado, pero los bombardeos actuales añaden una nueva dimensión al conflicto en la región.
Movimientos militares y evacuaciones
Las fuerzas armadas libanesas han comenzado a retirarse de sus posiciones cercanas a la frontera con Israel, replegándose a unos cinco kilómetros de la línea divisoria, según informaron testigos y fuentes gubernamentales a Reuters. Mientras tanto, el ejército israelí ha declarado zona militar cerrada las localidades fronterizas de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, en el norte de Israel, prohibiendo el acceso a estas áreas ante la posible escalada del conflicto.
En un movimiento estratégico, Israel ha acumulado tropas y equipamiento en su frontera norte, lo que sugiere que la fase terrestre de la ofensiva contra Hezbolá podría comenzar en cualquier momento. Fuentes estadounidenses citadas por medios en Washington han confirmado que Israel ha informado a Estados Unidos sobre sus planes para llevar a cabo una incursión terrestre “limitada” en el sur del Líbano, con el objetivo de destruir infraestructuras clave de Hezbolá.
Reacción internacional y evacuaciones
Francia, Alemania, Reino Unido y otros países occidentales han emitido alertas a sus ciudadanos instándoles a abandonar Líbano debido al agravamiento de la situación. El Ministerio de Exteriores de Alemania ha evacuado ya al personal no esencial y a las familias de los diplomáticos, mientras que el Reino Unido ha desplegado tropas en Chipre como parte de un plan de contingencia para una posible evacuación masiva.
Por su parte, Estados Unidos ha desplegado personal militar en Chipre para prepararse ante un eventual escenario de evacuación de sus ciudadanos en Líbano, mientras el presidente Joe Biden ha manifestado su preocupación por la escalada del conflicto, reiterando su llamado a un cese inmediato del fuego.
Hezbolá y la respuesta de Irán
Hezbolá, que ha estado respondiendo a los ataques israelíes con disparos de proyectiles desde el sur del Líbano, ha dejado claro que está preparado para un enfrentamiento terrestre. En su primera declaración pública desde la muerte de su líder, Hasan Nasralá, el viernes pasado, el número dos de la organización, Naim Qasem, aseguró que las fuerzas de resistencia de Hezbolá están listas para cualquier incursión israelí.
A pesar de la implicación de Hezbolá, fuentes estadounidenses han señalado que Irán, aliado clave del grupo chií, no ha mostrado indicios de preparar una respuesta militar directa contra Israel en este momento, aunque la situación sigue siendo extremadamente volátil.
El conflicto en la región continúa escalando, con ambos bandos preparándose para lo que parece ser una fase más intensa y destructiva del enfrentamiento. Mientras tanto, las víctimas civiles siguen aumentando, y la comunidad internacional sigue clamando por un alto el fuego que, por ahora, parece lejano.