24/09/2024 | 09:12 CEST | Actualizado hace 2 horas
Por Nacho Sánchez
Julián Muñoz, quien fuera alcalde de Marbella entre 2002 y 2003 y una figura clave en el polémico Partido GIL, ha fallecido a los 76 años, según ha confirmado su familia a Europa Press. El exregidor malagueño, hospitalizado en la última semana debido a un cáncer avanzado, murió este martes en el Hospital Costa del Sol de Marbella, rodeado de sus seres queridos.
Ascenso y caída de un político envuelto en controversias
Nacido en El Arenal, Ávila, en 1947, Julián Muñoz fue una figura central en la política de Marbella, pero también en las revistas del corazón, gracias a su relación con la cantante Isabel Pantoja. Antes de llegar a la alcaldía, Muñoz fue miembro destacado del Grupo Independiente Liberal (GIL), el partido fundado por el controvertido empresario Jesús Gil. En 1991, Muñoz inició su carrera política como concejal, bajo el liderazgo de Gil, en el Ayuntamiento de Marbella. Su ascenso fue rápido, ocupando diversos cargos hasta convertirse en teniente de alcalde.
En 2002, tras la dimisión de Jesús Gil por su implicación en el caso ‘Camisetas’, Muñoz fue investido alcalde de Marbella. Un año más tarde, en las elecciones municipales de 2003, obtuvo la mayoría absoluta con cerca del 50% de los votos. Sin embargo, su mandato fue efímero. Apenas dos meses después, una moción de censura encabezada por Marisol Yagüe lo apartó del cargo. En ese momento, ya había comenzado su mediática relación con Isabel Pantoja, una de las figuras más icónicas del entretenimiento en España.
De la política a las revistas del corazón
La relación entre Muñoz y Pantoja, que protagonizó decenas de portadas, catapultó al exalcalde a una notoriedad en la prensa rosa que eclipsó su carrera política. “Vivía en una burbuja, me creía el príncipe Aladdin”, llegó a confesar en una entrevista en Televisión Española años después. Su vida personal se volvió objeto de escrutinio público mientras su relación con Pantoja se desarrollaba en paralelo a las investigaciones judiciales que lo rodeaban.
La operación Malaya y el ocaso de Julián Muñoz
El 19 de julio de 2006, la vida de Muñoz dio un giro drástico cuando fue detenido en el marco de la tercera fase de la operación Malaya, una investigación masiva contra la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella. Este caso, dirigido por el juez Miguel Ángel Torres, destapó una trama de corrupción urbanística que sacudió los cimientos del municipio. A partir de entonces, comenzó una interminable secuencia de idas y venidas a los juzgados, con múltiples causas abiertas en su contra.
En 2013, Muñoz acumulaba más de un centenar de condenas, todas relacionadas con delitos urbanísticos y de licencias. Aunque el tribunal determinó que las penas se acumularían y que su tiempo en prisión no superaría los 20 años, el exalcalde ingresó en la cárcel de Alhaurín de la Torre en ese mismo año. En 2015, durante un juicio, Muñoz pidió perdón públicamente a la ciudad de Marbella por sus delitos. A medida que su salud empeoraba, comenzó a recibir beneficios penitenciarios, saliendo de prisión durante los fines de semana en 2016.
El deterioro físico de Muñoz, agravado por su “enfermedad muy grave e incurable”, como dictaminó la Audiencia de Málaga, le permitió obtener el tercer grado en el Centro de Inserción Social de Algeciras. En 2017, pudo pasar las noches en su domicilio por razones de salud. No obstante, un vídeo viral en 2018 en el que se le veía bailando sevillanas lo devolvió temporalmente al centro penitenciario. “Me equivoqué, lo lamento”, declaró entonces.
Finalmente, en noviembre de 2018, Muñoz obtuvo la libertad vigilada y, en verano de 2021, la libertad condicional definitiva por razones médicas, debido a su “pluripatología grave e incurable”, según reflejaba el auto judicial.
Un final marcado por el deterioro de su salud
A pesar de su condición, Julián Muñoz continuó visitando los tribunales debido a los numerosos casos pendientes en los que estaba involucrado. En noviembre de 2020, se sentó por última vez en el banquillo de la Audiencia Provincial de Málaga, en un juicio junto a Juan Antonio Roca, considerado el cerebro de la trama de corrupción en Marbella. La salud del exalcalde ya estaba muy deteriorada, y en los juicios posteriores declaró por videoconferencia.
En marzo de 2024, su estado de salud empeoró gravemente y fue ingresado en el Hospital Costa del Sol. Aunque solicitó el alta voluntaria para pasar sus últimos días en casa, en las semanas previas a su muerte fue fotografiado caminando con dificultad por Marbella, lo que preocupó a su círculo cercano.
El legado de Julián Muñoz
Julián Muñoz será recordado por su papel como alcalde de Marbella durante uno de los periodos más turbulentos de su historia, marcado por la corrupción urbanística y los escándalos mediáticos. Su relación con Isabel Pantoja, que terminó abruptamente tras su detención, añadió una dimensión personal y pública a su figura, que trascendió el ámbito político.
A pesar de sus intentos por pedir perdón y rehabilitar su imagen, el nombre de Muñoz siempre estará vinculado a la operación Malaya y a uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de Marbella. Con su fallecimiento, se cierra un ciclo que dejó huellas profundas en la política, la justicia y la vida social de la ciudad.